Mi Tierra

 

Vuelvo de donde la tierra

se vuelve acinturadita

y te ofrece sus caderas

de caña, azúcar y sal.

Tierra de arrecifes,

de huracanes y volcanes.

Allá tengo mil vidas

antes d’esta.

Allá se regocija mi alma,

allá también se desgarra.

Allí es donde origina

y hacia sus mares corre como un rio

apasionado.

Me voy con el corazón triste

por los manglares cada vez más reducidos

ante el asalto del concreto,

por nuestra herencia vendida

de ríos subterráneos, de selvas y

de templos Mayas.

Lloro por nuestros océanos

exhaustos,

porque nos llevan arrastrados,

como dice Cardenal,

 dentro de una red

y porque encontré un mirar profundo

que no se si vuelva a ver.

Vuelvo a este paramo frío

laberinto de palabras

y de espejos,

donde el alma oscila mustia

entre el amor y el deber;

en donde los abrazos

son cada día más escasos

y miramos de reojo

por sobre el cuello del abrigo.

Regreso a un mundo bárbaro

Renacido en la violencia

donde ya no hablan los dioses,

al atardecer.

No hablan, han quedado mudos

y reina la estupidez.

Lloro por las cosas que he visto

Y por las que estoy por ver.

Pero vivo con tu piel de barro,

con tu olor a fruta,

con tu risa suave, con tu risa ronca,

con tu extenso territorio sin fronteras

En las venas.

 

@Paloma Zozaya  6/12/2015

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